Fondos públicos e incentivos fiscales son una ayuda ante la falta de liquidez de muchas firmas | Los programas europeos y organismos como CDTi se han convertido en el trampolín de proyectos pioneros de empresas de la Comunitat Valenciana
Como bien se sabe, más del 90% del tejido empresarial en España y en la Comunitat está formado por pequeñas y medianas empresas, pymes. Compañías que, debido a su tamaño y a su pequeño músculo financiero, tienen dificultades para emprender un proyecto que requiere de investigación o que apenas pueden hacer frente a los propios procesos de modernización que exige el mercado.
Ante esta realidad, son muchas las mercantiles que buscan alternativas al endeudamiento bancario y optan por otros instrumentos para poder desarrollar sus actividades innovadoras. Fundamentalmente, son dos los vehículos principales y básicos que ayudan a una pyme en este sentido: la vía de los fondos públicos, a los que se puede acceder a través de distintos programas y organismos de distinta índole, y, por otro, una serie de incentivos fiscales que contribuyen a recuperar parte de las inversiones realizadas.
Dentro de los fondos públicos hay casos de éxito pero también aspectos negativos, sobre todo por la falta de agilidad administrativa, tal y como explica Adolfo Cardoso, gerente en F. Iniciativas, firma especializada en la gestión de actividades de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) en las pymes. «Por ejemplo, hay bastante demora en el cobro de las ayudas», admite.
Manufacturas Alhambra se ha deducido 33.000 euros de Sociedades por una inversión de 300.000 El Ministerio de Industria financia una planta virtual de potencia ideada por la valenciana Ampere Energy
Por su parte, el Centro Europeo de Empresas Innovadoras de Valencia (CEEI) considera que la financiación pública en los últimos años ha «aumentado la variedad de instrumentos de financiación ofrecidos por los organismos públicos para las pymes, tanto a nivel local, como autonómico, nacional y europeo».
En ese sentido, el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), junto a otros organismos, se han convertido en aliados de muchas pequeñas empresas, sin olvidar tampoco los programas de colaboración de universidades o las aceleradoras privadas.
Sin embargo, la reducción de costes mediante vías fiscales es la que más incógnitas suscita a las pymes, debido a la gran desconfianza que les genera. No obstante, hay distintas fórmulas para justificar el uso de estas ventajas. En concreto, existen tres procedimientos: la vía auto liquidativa, solicitando un informe técnico realizado por un peritaje externo y, por último, a través de un informe motivado vinculante cuya aprobación procede directamente de Hacienda. Esta última, en concreto, es la que tiene mayor garantía. En este sentido, cabe destacar que la Comunitat es la tercera región en número de informes motivados vinculantes.
A efectos de fiscalidad, hay que tener dos situaciones en cuenta. Por un lado, está la investigación y el desarrollo, y por otro, la innovación tecnológica. La primera consiste en la búsqueda de algo novedoso de manera objetiva e implica un riesgo tecnológico y económico, por lo que el tratamiento fiscal es el mismo tanto si hay resultado como si no. El objetivo es animar a que la gente investigue.
En cuanto a la innovación tecnológica, se hace referencia a la búsqueda de un conocimiento que es novedoso para la empresa pero que ya existe y está en otros sectores o empresas. Por ello, el porcentaje de recuperación es mucho menor debido a su menor grado de riesgo. Luego, dentro de estos incentivos, destaca el 'Patent box', que consiste en un mecanismo para ceder conocimientos a cambio de un trato fiscal especial.
Casos de éxito
Ampere Energy es un referente en lo que se refiere a la innovación en una pyme. En concreto, esta compañía, dedicada a integrar soluciones de almacenamiento de energía, participa junto a más empresas en el desarrollo de WiseGRID, un proyecto enmarcado en el programa europeo Horizon 2020. Además, a principios de este año el Ministerio de Industria, a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), les concedió dotación para un proyecto en solitario que consiste en una planta virtual de potencia.
Sin embargo, hay mercantiles a las que les aprovechan más los incentivos fiscales, como es el caso de Manufacturas Alhambra. «En el 2016 hicimos una serie de mejoras del proceso cuya inversión fue de 300.000 euros y a cambio hemos obtenido una deducción fiscal de 33.000 euros del Impuesto de Sociedades. Esto para un pyme como nosotros es vital», explican desde la firma, que desarrolla su propia maquinaria.
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