Alice Fauveau es la directora de una empresa turística que organiza viajes en distintos países para conocer la situación de las mujeres. Para tener nuevas ideas desde una perspectiva joven y extranjera, en su compañía ha trabajado durante seis meses una emprendedora italiana que, a su vez, ha tenido un valioso aprendizaje para su nuevo proyecto.
Al igual que Fauveau, los propietarios de más de 1.000 pymes españolas han participado en Erasmus para Jóvenes Emprendedores, un programa de intercambio que permite a los que están lanzando su negocio adquirir conocimientos al trabajar en empresas consolidadas del sector en otros países europeos. Éstas son sus principales características:
•Requisitos. Los empresarios de acogida deben ser los administradores o consejeros que lleven ya varios años al frente de una pyme. Los nuevos emprendedores tienen que haber creado su propia empresa en los últimos tres años o tener un plan de negocio viable para fundarla. Ambos deben ser residentes permanentes en alguno de los 37 países europeos participantes.
•Ventajas. Los dueños de la pyme obtienen, sin ningún coste económico, a un nuevo trabajador con iniciativa y que pueda aportar nuevas ideas y habilidades. En muchos casos, cuando acaba su estancia, estos emprendedores extranjeros sirven como socios para la expansión a nuevos mercados. Los jóvenes que están lanzando su propia empresa aprenden directamente del propietario de un negocio ya consolidado, conociendo además una cultura organizativa diferente a la de su país. Además de mejorar los idiomas y conocer el mercado extranjero, también se establece una red de contactos con los que se puede colaborar en el futuro.
•Obligaciones. Para recibir a un emprendedor, hay que comprometerse a encargarle tareas que permitan su desarrollo profesional. Dado que ejercen personalmente de tutores, los dueños deben también dedicar tiempo a explicarle los distintos aspectos de la compañía. Por su parte, los nuevos emprendedores tienen que estar dispuestos a trabajar para la empresa que les recibe, empleando sus habilidades y competencias.
•Procedimiento. Para inscribirse, los emprendedores deben presentar su proyecto y señalar los países en los que les gustaría realizar el intercambio. En función de las compañías disponibles, se les ofrecen distintas posibilidades para que vean cuáles son las que más les interesan. Una vez que han confirmado su interés, las empresas consultan los currículos de los candidatos para comprobar quién encaja en el perfil que se necesita. Posteriormente, realizan entrevistas -vía Skype- para conocerlos y elegir al más adecuado.
•Plazos. La inscripción está abierta a lo largo de todo el año. El emprendedor puede elegir cuánto tiempo quiere quedarse en la empresa de acogida, con un mínimo de un mes y un máximo de seis.
•Ayudas económicas. Los jóvenes reciben una subvención mensual que varía en función del país: la más baja -Lituania- se sitúa en torno a los 550 euros y la más alta -Reino Unido- alcanza los 1.000. Los dueños de la pyme no reciben ninguna ayuda económica, pero tampoco tienen que pagar un salario ni realizar ningún otro desembolso.
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