El ránking de EXPANSIÓN incluye a las mayores firmas de servicios profesionales presentes en España que prestan servicios en las áreas de auditoría, consultoría, legal y asesoramiento en transacciones. El listado está encabezado por Deloitte, PwC, EY y KPMG e incluye a otras cuarenta empresas del sector. En conjunto, las compañías facturaron en su pasado ejercicio fiscal 2020 un total de 3.334 millones de euros, un 4,1% más, y generaron más de 32.000 empleos en el país, según los datos facilitados por los grupos.
Rebeca Arroyo. Madrid
Las cuatro grandes firmas de servicios profesionales –Deloitte, PwC, EY y KPMG– bajaron su ritmo de crecimiento el pasado ejercicio fiscal por el Covid, que tuvo un impacto distinto en estas compañías dados los diferentes cierres de sus ejercicios. Las conocidas como Big Four cerraron el año fiscal 2020 con una facturación total en España de 2.553 millones, lo que supone un aumento del 3,9% respecto a los 2.457 millones del año anterior, y una plantilla de 22.159 profesionales.
Aunque estas compañías lograron superar el tsunami provocado por la pandemia dada la diversidad de sus servicios, el crecimiento registrado supone volver a los niveles de 2012.
En línea con los ejercicios anteriores, las Big Four mantienen su diversificación en cuanto a servicios. En este sentido, consultoría sigue ganando peso y representa ya un 36% de su facturación, muy cerca de los servicios de auditoría y riesgos que, con un 38% del total, siguen siendo la piedra angular de su negocio excepto para Deloitte, que ha colocado la consultoría como su buque insignia.
Las firmas, además, han potenciado los servicios de carácter cíclico, como son asesoría en reestructuración, refinanciación o derecho concursal y laboral, para ayudar a las empresas a recuperarse en su via crucis tras la crisis provocada por el coronavirus y se
han lanzado a la carrera por asesorar en los fondos europeos.
Por compañías, Deloitte sigue encabezando el podio y aumenta la distancia respecto al resto de sus competidores. La firma cerró su pasado ejercicio fiscal –1 de junio de 2019 al 31 de mayo de 2020– con una facturación superior a los 865 millones, lo que supone un crecimiento del 3,95%.
La compañía, que mantuvo su apuesta por el talento el pasado año con un refuerzo de su plantilla, mejoró un 10% sus ingresos en consultoría que, con 435 millones de
euros, representa ya más de la mitad de su facturación en España. Auditoría y riesgos, con ingresos de 239 millones, creció un 1,9%, y en asesoramiento en transacciones facturó 87 millones (+3,5%). Por contra, los ingresos en asesoría legal y tributaria cayeron un 11,7%, hasta 105 millones. Por detrás de Deloitte se coloca
PwC, con una facturación de 642,2 millones (+3,4%). PwC, cuyo ejercicio fiscal abarca del 1 de julio de 2019 al 30 de junio de 2020, cerró el año creciendo en todas sus líneas, siendo auditoría la que más ingresos reportó a la firma, con 268 millones de euros (+5%). Obtuvo, además, ingresos de 213 millones por consultoría (+4%) y 161
millones por servicios de legal y tributario (+1%). EY –que comparte calendario fiscal con PwC– fue la que más creció el pasado ejercicio, con unos ingresos de 574,4 millones, lo que supone un 8,3% más. Un aumento más elevado que el de sus rivales pero por detrás del crecimiento del 16% de un año antes. EY, que incluye en su cifra de negocio todo lo que facturan las sociedades españolas tanto en España como fuera, disparó sus ingresos en consultoría hasta 150 millones (+21%). El resto del negocio procedió de auditoría, 210 millones; legal y tributario (144 millones) y asesoramiento en transacciones (70 millones). La Big Four más penalizada por el Covid fue KPMG, que cierra el ejercicio en septiembre. Seis meses de su año fiscal estuvieron marcados por la pandemia, lo que provocó una ligera caída del 0,3% en sus ingresos. Según fuentes de la compañía, en caso de cerrar el ejercicio en junio la facturación habría crecido un 5,09% y si lo hubiera hecho en marzo, antes del confinamiento, el aumento habría sido del 6,81%. Con 471,7 millones de facturación, el área de KPMG más impactada por el Covid fue consultoría, que decreció un 9,6%, hasta 118,6 millones, debido a que la incertidumbre del mercado ha alargado los periodos de maduración de los proyectos. Por contra, auditoría creció un 4,2%, hasta 253 millones, y la línea de legal mejoró un 0,9%, hasta 100,5 millones.
REFUERZAN SUS SERVICIOS/ Las firmas medianas avanzan en su consolidación integrando nuevos despachos y equipos. Incluyendo a las cuatro grandes, el sector facturó 3.334 millones el pasado año.
R.Arroyo. Madrid
Las firmas profesionales sortean el tsunami del Covid con el refuerzo de nuevos servicios y el avance en su consolidación. Las empresas del sector, especializadas en servicios de auditoría, consultoría, legal y asesoramiento en transacciones, cerraron el pasado año con una facturación conjunta de 3.334 millones, tras crecer un 4,1%, según el ránking elaborado por EXPANSIÓN a partir de los datos aportados por más de cuarenta compañías del sector. Si se excluye a las cuatro grandes –Deloitte, PwC, EY y KPMG, las empresas medianas ingresaron el pasado año 781 millones, un 4,6% más.
Siguiendo a las Big Four se coloca este año ETL Global, que ingresó 109,7 millones, un 14,4% más. Según explican desde la firma, en el ejercicio 2020 se incorporó dentro del plan estratégico nuevas divisiones de servicios específicos, como Recovery Audit. ETL reforzó su presencia en el mercado regulado con servicios de auditoría y de informes especiales y extendió su presencia dentro del territorio español en Castilla La Mancha y Extremadura.
Bajando un escalón respecto al año anterior figura BDO – sexta en el ránking– con 108 millones de ingresos (+3,7%). En séptima posición se mantiene Grant Thornton, con una cifra de negocio de 80,7 millones,
tras crecer un 0,7%. Completan el top 10 del listado Auren, con 63,6 millones de facturación (-3,9%); Adade e-Consulting, con 45,4 millones (+5,7%) y PKF Attest, con 44,9 millones (+4,2%). Por detrás están Mazars y Crowe Spain, con 41,5 millones y 38,63 millones, respectivamente, en undécima y duodécima posición.
Carlos Puig de Travy, presidente del Registro de Economistas Auditores (REA), destaca la resiliencia mostrada y augura buenas perspectivas para los despachos pequeños y medianos en 2021. “Algunos, incluso, están creciendo gracias al refuerzo de otro tipo de servicios. La incógnita está en qué pasará en 2022”. Puig recuerda que hay margen de recorrido en el papel del auditor en relación con la información no financiera, así como en servicios centrados en acompañar a las empresas en una fase de recuperación con asesoramiento en fusiones y adquisiciones, reestructuraciones o planes de viabilidad. Otros servicios demandados por efecto del Covid serán en concursal o informes forensic. Para el presidente del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (Icjce), Ferrán Rodríguez, el futuro va a estar condicionado por dos tendencias: la crisis económica, que hará que se reduzca el número de empresas; y la necesidad de mejorar la calidad de la información financiera y no financiera, los mecanismos de control interno de las empresas y la transparencia de las cuentas públicas, que exigirán incrementar el número de trabajos del sector. “Lo deseable sería que ambas tendencias se compensen, de forma que, en ningún caso, se produzca una reducción en el número de empresas auditadas”, añade. En cuanto a los fondos Next Generation, el presidente del REA cree que, dada la avalancha de controles necesarios para fiscalizar las ayudas europeas, se requerirá de la colaboración publico-privada para llevarlos a cabo. “Los auditores tenemos que tener un papel esencial y nos ponemos a disposición de la Intervención General de la Administración del Estado”.
FUENTE: www.expansion.com
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